Hoy comprendí horrorizada que la población dominicana pobre e ignorante debe rendirle pleitesía o erigirles un busto a todos aquellos funcionarios que realizan medianamente sus labores, para las cuales fueron asignados con sueldos exorbitantes que salen de nuestras costillas contribuyentes, pues hay uno que otro que anda dándose brillo público, para demostrar que bajo su magnifica gestión administrativa muchas comunidades, barrios y sectores han podido realizar la inverosímil odisea de beber agua fría, y todavía se le deben aplausos y agradecimientos.
Y digo medianamente le dan cumplimiento a sus cometidos pues ninguna dependencia del estado ha demostrado excelencia en su accionar, pues no se avocan a un presupuesto, ya sea por desvío de fondos de manera misteriosa, empleomanía innecesaria, o porque no hay un organismo (lo hay) con más jerarquía que les obligue o fiscalice para que estos le den fiel ejecución a los estatutos propios de sus ministerios.
Me causó mucha risa y a la vez lástima ver como hemos llegado a estas situaciones absurdas en las que termina poniéndose la gente “importante”, por así decirlo, sólo con el propósito de perpetuarse en un cargo público. A Celso Marranzini debería darle vergüenza hacer ese tipo de revelaciones, dejando en claro la mediocridad en la que vivimos, pues como ciudadana considero no deberle nada, ya que se le remunera de manera jugosa, con excelentes beneficios, todo lo que el debe hacer es someterse a un plan riguroso para que las personas que si pagan la energía eléctrica- una de las más costosas de la región- obtengan mejoras en el sistema y menos azotes de apagones.
Si el señor administrador, adorador del reconocimiento fuera una persona altruista e hiciera su trabajo de forma honorifica, ahí si, sólo así, se gana el clamor popular, y la extraña sensación de estar nosotros en algún lugar de ensueño de ultramar, pero hasta tanto, sólo circunscríbase a hacer lo suyo y no nos de la molestia de verle tanto y menos burlándose de nuestras carencias básicas.
El beber agua fría no es una conquista nacional a la cual hay que componerle un himno, una conquista sería que cada casa cuente con luz propia, no inversor, no planta eléctrica, no velas, ni lámparas, menos en penumbras y que usted haya cumplido con su promesa una vez tomó el puesto, era su compromiso, su obligación, y no hacer de sus escasos triunfos una galería de exhibición de la cual ufanarse…. Con todo ese dinero que se maneja en la CDEEE no sólo deberíamos estar bebiendo agua fría, deberíamos sentir que residimos en el Polo Norte, Señor.
POR: Franmi Aquino
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